Innovación tecnológica en el campo de la microbiología y en el de la mineralización
Mejorar la fertilidad del suelo
El sector agrícola, como otros sectores de la economía, está en constante evolución, y es necesario seguir dicha evolución para no quedarse atrás. Por este motivo Redondo Izal introduce en su proceso de compostaje innovación tecnológica en el campo de la microbiología y en el de la mineralización.
La empresa Redondo Izal, en su preocupación constante por la mejora de todo el proceso productivo, quiere reducir al máximo los impactos que puedan generarse y mejorar el producto sin incrementar su coste final. Para ello se incorporan tecnologías que mejoran diversos aspectos, aportando unas características únicas que lo diferencian:
Tecnología microbiológica
Se incorpora para mejorar el proceso de transformación por medio de microorganismos “nativos” especializados en descomposición y humificación.
Se mejora la higiene del producto final y se reducen impactos por emisión de GEI (gases de efecto invernadero).
Tecnología mineral de harinas de rocas
Consiste en incorporar variedad mineral en forma de harinas de rocas finamente molidas, que cumplen varias funciones en el compost. La aportación de minerales en forma de harinas de rocas favorece una mineralización más intensa y enriquece el producto en micro minerales y minerales traza, tan importantes para el equilibrio nutricional de las plantas (teoría de la trofobiosis).
En Redondo Izal apostamos por el I+D
La combinación de ambas tecnologías permite obtener un producto muy completo y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el proceso de compostado. Ambas incorporaciones al compost tienen como destino final la mejora de la fertilidad de los suelos y el aumento de la producción. Recuperar la fertilidad del suelo es el objetivo fundamental de la agricultura regenerativa u orgánica. El suelo regenerado debe tener tres componentes principales: materia orgánica, minerales, y microbiología. El compost Redondo Izal aporta estos tres componentes de una manera equilibrada y natural.
De este modo, a través de distintas técnicas, se mejora el proceso de fabricación del producto en las siguientes variables:
- Reducción de emisiones de gases a la atmósfera (CO2, CH4, NH3, etc).
- Reducción de malos olores y presencia de insectos.
- Mejora en la higiene del proceso de transformación.
- Mejora en los valores finales del producto.
- Enriquecimiento mineral del producto.
- Mejora general del producto para los suelos agrarios.
- Incremento de la fertilidad del suelo.
- Incremento de producción de cosechas de una manera orgánica.
Este tipo de mejoras se consiguen por medio del uso de microbiología específica para el compostaje y el uso de minerales procedentes de las harinas de rocas.
Para controlar este proceso se realizan un tipo de analíticas, denominadas cromatográficas, que permiten conocer en todo momento el estado de maduración del compost.
Con la aportación de este compost al suelo agrícola se consigue mejorar en poco tiempo la fertilidad general del suelo.